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Martes, 24 Enero 2023 18:19

Claudia Pellerano: “Las cifras del 2022 demostraron que fuimos mucho más allá de lo que esperábamos”

El 2022 fue un buen año para el sector de zonas francas de Iberoamérica. Los aportes a las economías de los países fueron muy importantes, sobre todo en cuanto a la generación de empleo, captación de moneda extranjera y transferencia de tecnologías.

Por Alejandra Soto
asoto@inversioninmobiliariacr.com

Foto: Cortesía: AZFA
República Dominicana es el país con mayor número de zonas francas en la región (246). También destacan Colombia (122), Honduras (92), Nicaragua (53) y Costa Rica (52).


Claudia Pellerano, asumió a finales de 2022 la presidencia de la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA), convirtiéndose en la primera mujer en llegar a ese puesto. Hoy, es responsable de guiar el gremio regional más importante de Zonas Francas, con afiliados en 25 países de dos continentes.

En una conversación con Revista INversión INmobiliaria, la nueva presidenta de la asociación proporcionó detalles de cómo 2022 fue un año clave para el sector, con cierres históricos en cuanto a atracción de inversión, cifras en exportaciones y generación de empleo.

Además, compartió la visión que tiene el sector para 2023 y el reto de trabajar en conjunto, como región, para fortalecer las zonas francas y su aporte a las economías de los países de la región.

IN: ¿Cómo califica el 2022 para las zonas francas de América Latina y el Caribe? Si tuviera que utilizar un adjetivo para calificarlo, ¿cuál utilizaría?CP: Definitivamente la palabra es resiliencia. Fue un año donde salimos de una pandemia que generó un gran desgaste en nuestras economías pero además a nivel operativo. Adicionalmente, se sumaron variables externas como la guerra entre Rusia y Ucrania que también incidieron en nuestro desempeño. Definitivamente la palabra resiliencia es la que mejor identifica y describe al sector.

IN: Entonces, ¿Cómo evalúa la ejecución que tuvo el sector durante 2022?

CP: El resultado fue muy positivo y, para sorpresa de muchos, el sector reflejó ir más allá de lo que esperábamos. Hoy en día, operan 705 parques de zonas francas en Iberoamérica, que albergan más de 10.700 compañías y que emplean entre 1.150.000 a 1.180.000 personas de forma directa. Si calculamos los empleos indirectos estos llegan a los 1.6 millones adicionales, lo que realmente representa un aporte inmenso para nuestras economías en vías de desarrollo.

En términos de exportaciones, las zonas francas de la región exportaron alrededor de US $60.000 millones, y hoy en día en países como República Dominicana, las zonas francas aportan el 62% de las exportaciones totales del país. En Costa Rica, este porcentaje asciende al 57% y en Nicaragua al 52%. En definitiva, las zonas francas son una herramienta fundamental para las exportaciones de nuestros países.

Por otra parte, es importante resaltar el efecto que tiene cada peso o cada unidad de dinero exenta en los países y el retorno que las zonas francas generan a las economías. Por ejemplo, en República Dominicana la relación es de uno a siete, en Uruguay y El Salvador es de uno a seis, en Honduras de uno a cuatro, en Colombia de uno a tres y en Costa Rica de uno a dos. Definitivamente la mejor inversión que hace un país es justamente esa, invertir en el sector que le retorna a la economía “X” cantidad de veces de esa concesión fiscal.

IN: ¿Cuáles considera fueron los mayores avances?

CP: Definitivamente los avances y los efectos positivos fueron muy importantes. Sin duda se generó un fortalecimiento y la resiliencia aportó a las economías de todos los países. Muchas veces hablamos del sector, pero para mí es mucho más importante ese cascabeleo que se hace en la economía de los países, pues es igualmente fuerte.

Principalmente, hubo una fuerte recuperación del empleo, incluso sobrepasando las cifras previas a la pandemia. También se dio una gran captación de inversión a nivel regional. Adicionalmente, el fortalecimiento de la parte de infraestructura, que fue uno de los puntos donde hubo mayor avance. Y finalmente se dio una optimización de las soluciones de logística.
Estamos claros que el efecto que tuvo la pandemia sobre la cadena logística fue muy duro, y por ende se aceleró el desafío de nivelar esas limitaciones que se generaron. Por ello es que estamos tan enfocados en ir de una visión muy global a una más regional, que nos asegure y nos dé una permanencia operativa para poder suplir a los mercados más cercanos. Mucho de eso vino de la integración pública-privada, sobre todo de esa cercanía de los proyectos a nivel público-privado que se han dado en varios países. Eso ha ayudado a maximizar los resultados como sector.

IN: ¿Y retrocesos? ¿Podría enumerar algunos?

CP: Honestamente, trato de nunca hablar de retrocesos. Lo que más veo en nuestro sector ha sido sobre todo los efectos de la pandemia, lo que vino después, una desaceleración. Veníamos con una tendencia de crecimiento en diferentes áreas y estábamos muy esperanzados con ciertos avances que se veían dando de manera muy acelerada, sin embargo, después de la pandemia muchos indicadores se estancaron e incluso se redujeron.

Fue obvio que en lugar de seguir desarrollando soluciones logísticas globales tuvimos que reorientarnos y revaluar para ver cómo solucionábamos a nivel regional esa falta que teníamos a nivel global. También había muchas soluciones que iban dándose de manera acelerada en la parte de la educación. Pero afectó mucho, sobre todo a los países en vías de desarrollo, que nuestras políticas no estaban preparadas para ese cambio tan drástico.

Finalmente, de manera personal, creo que hay que hablar de la participación femenina en el ambiente laboral. Las mujeres fueron uno de los grupos que más se vieron afectados con la pandemia, pues les tocó estar al cuidado de los niños y de los convalecientes, además de sus labores diarias. Eso las alejó durante un tiempo del mundo laboral, y cuando volvieron a integrarse, todos los que permanecieron siguieron avanzando/creciendo. Entonces, ellas han tenido que reiniciar y reinsertarse en esos nuevos procesos.

IN: A su criterio, ¿cuáles fueron las zonas francas con mejor desempeño?

CP: Realmente creo que dependiendo de los parámetros que usemos para responder esta pregunta, se tendrá una respuesta muy diferente. Por un lado, si nos vamos con la participación que han tenido ciertas zonas francas en el Producto Interno Bruto (PIB) de su país, podemos empezar, por ejemplo, con Costa Rica, que hoy en día aportan prácticamente un 12% del PIB del país, y con El Salvador, en el cual las zonas francas aportan más del 10% del PIB nacional. Desde el punto de vista del aporte o la generación, las zonas francas en estos dos países fueron clave.

Si nos vamos a la generación de exportaciones, en República Dominicana, como mencioné, las zonas francas representan un 62% de las exportaciones totales del país, en Costa Rica un 57% y en Nicaragua un 52%. Son cifras muy exitosas que definitivamente responden por si solas la pregunta.

En cuanto al impacto en la generación de empleo, por ejemplo, República Dominicana recién cerró con más de 121.000 empleos generados, la cual es una cifra muy por encima de los empleos prepandemia. Adicionalmente, en los países que tuvieron reducciones en el número de empleos, no solamente se nivelaron sino que, en muchos casos, se sobrepasaron.

Entonces, si hacemos un resumen, el sector definitivamente mostró ser una herramienta muy exitosa a nivel global. Los aportes del sector para los países fueron muy importantes y sobre todo en lo que estamos enfocados en hacer: generar empleo, captar moneda extranjera y transferir tecnología.

IN: Ahora bien, ¿qué están haciendo bien esos países que podrían copiar el resto de la región?

CP: Yéndonos a las fortalezas que hemos visto, sobre todo los últimos dos años, en Costa Rica, por ejemplo, la optimización de toda la parte de encadenamientos productivos es maravillosa. Realmente han enfocado un nivel de energía importante y también la institucionalización del sector.

Luego siguen las asociaciones de República Dominicana donde la parte más exitosa se ve reflejada en la alianza público-privada que hay en la mayoría de los proyectos que se han implementado en los últimos años. Puedo decir que funciona muy positivamente cuando ambos sectores trabajan juntos en la generación de la estrategia y luego en la implementación. En nuestros países muchas veces se da que cada parte genera su propio plan estratégico y luego van implementándolo por separado tratando de unirlos. Sin embargo, en este caso, los proyectos se concibieron juntos desde el inicio, se generaron las estrategias en conjunto, y luego se seleccionaron los proyectos y las áreas. Actualmente, existen proyectos que no hubieran sido posibles solamente a nivel de financiamiento e implementación privado y público.

También hubo mucho aprovechamiento de la parte de los acuerdos ya existentes, los Tratados de Libre Comercio ayudaron tanto durante como en la salida de la pandemia, y a eso toda Centroamérica y el Caribe le ha sacado muchísimo provecho.

Asimismo, las actualizaciones y adecuaciones de los marcos legales de varios países abrieron un poco la posibilidad y alcance del sector. En Paraguay, por ejemplo, ya se abrieron las zonas francas para poder recibir inversiones de empresas internacionales y a través de eso se consiguieron así algunas de las más grandes inversiones a nivel internacional.

IN: En cuanto a tendencias ¿cuál o cuáles sobresalieron en 2022?

CP: Una de las mayores tendencias se centra en dónde hemos tenido que enfocar la energía. Creo que la cantidad de cambios que se han dado en este último tiempo, sobretodo para nosotros los de las generaciones un poco anteriores, es todo un reto hoy en día saber cómo aprovechamos lo positivo que está trayendo todo esto. También cómo nos aseguramos de mantener la esencia y que nos permita implementar las estrategias, conscientes de que hay que adaptarse a los tiempos, a los requerimientos, no sólo los nuestros a manera interna sino, los que tienen los países desarrollados que son los grandes mercados a los que nosotros servimos. En el caso nuestro, tenemos que mirar hacia adentro y hacia fuera con esta gran dependencia administrativa de los mercados a los que servimos.

Pensando en eso creo que las tendencias se pudieran dividir más en cuáles son globales y cuáles son regionales. A nivel global nos dimos cuenta que definitivamente tenemos que apoyarnos en esas alianzas público-privadas que hablamos, pero también en los organismos multilaterales. Esa combinación permite estar en los lugares donde se están tomando las decisiones, se van haciendo las directrices y posteriormente las tendencias de los negocios.

Luego, una gran tendencia es que a nivel regional tenemos que ver cómo absorbemos todos estos cambios y cómo buscamos las fortalezas de lo que tenemos como región, en lugar de buscarlas a nivel país. En ese sentido, por ejemplo, se dio la ADD, la Alianza para el Desarrollo en Democracia, implementada por República Dominicana, Costa Rica, Panamá y Ecuador para buscar la resiliencia en las cadenas de suministro y asegurarnos de que sean eficientes, transparentes, seguras, sostenibles e incluyentes. Eso quiere decir, que debemos pensar como región para como región convertirnos en un bloque atractivo, para que entonces esa inversión que está allá afuera pueda salir a buscar y nos elija a nosotros como región.

Otra tendencia fue el concepto del Nearshoring, que consiste en poder proveer a nuestros clientes o mercados desde la cercanía y que ellos nos perciban así.

En resumen, la intención es ver cómo aprovechamos esas tres cosas: una que es totalmente global, otra regional y por último la cercanía al mercado. Esas fueron algunas de las grandes tendencias que vimos y que inclusive en el 2023 serán parte de la estrategia hacia el futuro.

IN: Con respecto a la pandemia y sus efectos ¿es una crisis ya superada por el sector o qué consecuencias siguen presentes?

CP: Después de un par de años difíciles hemos aprendido a convivir con algo que se convirtió en parte del día a día. Hoy, el COVID es una de las tantas cosas con las que nos manejamos de manera constante.

En cuanto al efecto que tuvo, a nivel de zona franca no solo se ha recuperado, sino que se han sobrepasado los niveles de prepandemia en la mayoría de las áreas, y eso va desde de la recuperación del empleo y el aumento de las exportaciones hasta la participación a nivel de Producto Interno Bruto.

[quote width="auto" align="none" border="#013e76" color="#59a3d9" title=""]La recuperación a nivel de país, y sobre todo del sector de zonas francas, ha sobrepasado los niveles pandémicos en su gran mayoría. Por ejemplo, Costa Rica antes de la pandemia generaba 125.000 empleos y posteriormente aumentó a 140.000 al cierre del 2021. En lo referente a las exportaciones estas pasaron de US $6.300 millones a más de $8.000 millones. En El Salvador tuvieron un incremento de empleo de más del 6% post pandemia, y República Dominicana sobrepaso el 2022 con 191.000 empleos directos dentro del sector.[/quote]

Claudia Pellerano
Presidenta de la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA)

Algo importante es que no se trata nada más de empleos directos, sino cabe destacar que son empleos formales y de calidad, que contribuyen a todo el sistema de pensiones, salud y beneficios sociales. Por eso es que muchas veces digo que no siempre los números reflejan el efecto total y la influencia que tiene el sector de zona franca en los países, pues fortalecen estructuras que dan soporte a todo el país como los niveles de subsidio que son generados por la formalidad que genera el sector.

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IN: En términos generales, ¿cómo vislumbra la asociación el 2023 para el sector? y ¿cuáles son los mayores retos que afrontará en el nuevo año?

CP: Para todos, no solamente para el sector de zona franca, este año va a tener retos importantes, pero esos mismos retos vienen a encender nuestra creatividad y a hacernos ver que hay muchas oportunidades. Ahora mismo los niveles de cambio en el mundo van a beneficiar a quien primero busque soluciones atractivas.

Nosotros lo vemos como región, nuestra asociación arranca con una junta directiva nueva y con una participación muy nivelada en cuanto a nacionalidades. Eso la enriquece muchísimo porque tiene experiencias bien diversas y variadas, y también nivelada en cuanto a género, o sea que es sumamente inclusiva. Creo que eso aporta muchísimo porque genera la posibilidad de ver las cosas de manera distinta, y cada país ha sido lo suficientemente creativo implementando el concepto de zona franca. Cada vez que hablamos de las fortalezas o de la clave del éxito, vemos que cada país simplemente lo adapta y lo concibe de acuerdo con sus fortalezas, a su disponibilidad de recursos naturales y recursos generados.

Estamos acostumbrados al cambio, no podemos estar sintiendo que todo está bajo control. El gran reto es justamente entender cómo nos adecuamos a este cambio que modifica las reglas de juego, sobre todo del lado de nuestros clientes, que por ende nos afecta a nosotros indirectamente.


Crear una estrategia regional: el gran desafío de la nueva presidenta de AZFA

Cortesía: AZFA
Las Zonas Francas de Uruguay son las que mayor número de empresas albergan con 1.024, seguido de Colombia con 929 compañías y España con 630.

Claudia Pellerano es la segunda persona de nacionalidad dominicana que asume la presidencia de AZFA. El primero fue su padre, Luis Manuel Pellerano Amiama.

Ingeniería en Sistemas con una especialización en implementación de proyectos, Claudia posee una experiencia de más de 25 años en el sector de zonas francas. En la actualidad también es presidenta del Consejo de Administración de Zona Franca Las Américas, vicepresidenta de la Asociación Dominicana de Zonas Francas, miembro del Consejo de Directores del Consejo de Zonas Francas de Exportación de República Dominicana y por los últimos cuatro años se desempeñó como vicepresidenta de la AZFA.

IN: ¿Cuáles son los mayores retos que enfrenta en su nuevo rol como presidenta de AZFA?

CP: Es un reto interesantísimo. He sido parte de la asociación durante más de ocho años, he estado dentro de la junta directiva y los últimos cuatro años como vicepresidente. Eso me ha dado la posibilidad de irme acercando a la región y a lo que es la parte más global.

Pero asumir la dirección como presidenta de la asociación realmente es un reto interesante, porque ir definiendo en qué foros debemos estar, cuáles son las estrategias que debemos abordar como sector, cómo podemos ser de mayor servicio a los miembros de la asociación, a los países miembros y a sus economías, es un reto definitivamente interesante y por eso justamente lo asumí.

Tengo muchos años involucrada a nivel país dentro de nuestro sector, pero definitivamente quién se cree que vive solo en su país y solo tiene que enfocarse en él, tiene una visión humana limitada. Debemos tener claro que somos parte de un todo, parte de una región y luego parte de un mundo global, y que lo que pasa en nuestro país está totalmente relacionado y muchas veces depende de todo lo que pasa afuera.El gran reto va a ser asegurar que sigamos siendo parte de los foros en donde se dan las conversaciones importantes, que generan las decisiones y los lineamientos, que son a su vez luego implementados a nivel de reglas de comercio y reglas internas en cada país.

También asegurarnos de que todos nuestros países miembros conozcan el marco legal, que se mantenga la estabilidad y la idea de lo que aportan las zonas francas en esos países, que se valoren y que se busque la manera de que se sostengan y crezcan en el tiempo. La sostenibilidad y el crecimiento del sector es clave para nosotros.

Dentro de los proyectos más importantes para este año destaca que en el marco de la 26º Conferencia de Zonas Francas de las Américas, que vamos a realizar en Barcelona en el mes de noviembre, tendremos la gran oportunidad de compartir el espacio con el Congreso de GASEZ, Alianza Global de Zonas Económicas Especiales de las Naciones Unidas, lo cual es muy importante para nosotros y para el sector.

IN: ¿Cuál es la principal tarea que llegará a implementar en su nuevo rol y por qué?

CP: Hay algunas cosas hacia lo interno y otras a lo externo. Nosotros hemos tenido un crecimiento muy bueno en los últimos años, la asociación se ha fortalecido, ha captado muchos nuevos miembros, y en general, ha sido un muy buen tiempo para la AZFA. Pero justamente este crecimiento trae como reto la institucionalización y la implementación de buenas prácticas de gobernanza, pues cuando se tienen tantos países y tanta diversidad, es importante organizarse para poder sacar provecho de toda la experiencia que traen todos los miembros que conforman la asociación.

Eso hemos estado destacando en el comité ejecutivo, la forma de agilizar las decisiones y, a su vez, creando comisiones en áreas clave y estratégicas para el año, de manera que podamos aprovechar todo ese conocimiento y experiencias diferentes que tienen cada uno de los miembros para que aporten su mayor fortaleza. De esa manera avanzamos en paralelo en diferentes frentes y podemos entonces unificar y asegurarnos de que todos esos ejes estén alineados.

Hacia lo externo, definitivamente crear una estrategia regional para poder aprovechar esa ventana temporal que se da con el Nearshoring, conscientes de que no tenemos mucho tiempo, y como región debemos definir cuál es nuestra estrategia para salir a implementarla, así como aprovechar esta ventana antes de que se cierre.

Como repito, estamos muy enfocados en la parte de la globalización, que hasta que llegó la pandemia se suponía que era la gran solución. Sin embargo, la pandemia demostró las limitaciones que de por sí tiene la globalización extrema y por eso estamos tratando enfocarnos y volver a la regionalización y en cómo unificar nuestras fortalezas. No vernos solamente como compañeros que estamos supliendo a mercados externos, sino que nos vemos nosotros mismos los unos a los otros, generando comercio dentro de nuestros respectivos países o zonas francas.

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IN: ¿Cuál cree usted que es su principal fortaleza para llevar a buen puerto esa tarea?

CP: Mirándolo desde el punto de vista de mi personalidad y estilo de liderazgo, soy de un liderazgo muy inclusivo que considero que genera y expone los mejores resultados. Cuando uno logra convencer y montar en el barco a los diferentes actores involucrados de una manera dispuesta, cuando menos se siente, avanza mucho más y a la vez se generan buenos resultados aprovechando lo mejor de cada uno.

Desde el punto de vista de mi formación profesional y experiencia, tengo más de 25 años en el sector de zonas francas donde he pasado por diferentes áreas. Obviamente me ha tocado hacer todo en la compañía: captar inversión, implementar proyectos para generar la infraestructura que se necesita para proveer los servicios y llevar la operatividad del parque industrial donde me encuentro, que tiene 23.000 empleados.

Finalmente, desde el punto de vista de trabajar a nivel de gobernanza, soy presidenta del Consejo de directores de nuestra empresa; pero a la vez soy miembro de la junta directiva y vicepresidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas; también soy una de las directoras del Consejo Nacional de Zonas Francas del país; y bueno, la experiencia que tengo como parte de AZFA desde hace ocho años. Creo que justamente lo que estamos diciendo que queremos hacer es lo que me ha pasado los últimos 25 años de mi vida, y creo que tengo algo que aportar y sobre todo unificar todo lo que todos los miembros de AZFA agregan.

IN: ¿Cómo su labor se compagina con los planes de la asociación para impulsar el sector de zonas francas de las Américas?

CP: En la parte ejecutiva y estratégica, justamente lo que hemos estado trabajando no solo con empresas sino como un sector a nivel de nuestro país, y regional con la parte de AZFA, es asegurar la sostenibilidad y fortalecimiento del sector y su desarrollo, así como captar inversiones. Estamos muy enfocados en el Nearshoring, porque creo que no estamos aprovechando lo suficiente esa gran ventana.

Luego, el mantenimiento del marco legal y la esencia del sector, que es algo que estamos haciendo tanto en República Dominicana como en los diferentes países como parte de los planes de la asociación de posicionar adecuadamente al sector, de manera que las autoridades de los diferentes países se den cuenta del efecto positivo y la bondad que traen las zonas francas a las economías.

Lo que hago va muy compaginado con lo que estamos haciendo en la asociación, entonces para mí es una misma cosa. A veces lo miro con la mirada local, otras con la regional o con la global, pero cuando se analiza se trata justamente de los mismos lineamientos, los mismos intereses que estamos trabajando.

La diversidad de nuestros países es extrema, creo que estamos en el mejor momento para aprovechar toda esa diversidad, conscientes de que tenemos tamaños de economía diferentes, niveles de desarrollo y educación distintos, y por ende no hay una mejor solución, una mejor opción o zona franca, sino que hay la mejor alternativa para el país con sus realidades y sus fortalezas.

Aquí lo bueno es que, viéndolo de esa manera, como región cualquier inversión que podamos atraer va a lograr encontrar un destino que le provea lo que necesita. Si lo vemos como una cadena de aprovisionamiento vamos a buscarle dentro de la región el eslabón que mejor se acerca a las fortalezas de cada uno de los miembros de esa región. Entonces, la manera en que lo vemos es que somos una región capaz de ser la más interesante para esa captación y lo que tenemos que hacer es ponernos a buscar dónde va cada uno de esos eslabones, para que esa oferta que hacemos sea más efectiva y atractiva.

Ahí tenemos que buscar alternativas, sobre todo innovando que es uno de nuestros grandes enfoques para estos años, aumentando la productividad y la competitividad, y haciéndonos cada vez más atractivos.


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